domingo, 20 de septiembre de 2009

Hoy mis vecinos están de fiesta, no puedo dormir, son las dos de la madrugada y no logro conciliar el sueño. Una banda sonora invade el inmueble. Cuantas canciones reconocidas... esos gritos orgásmicos!!!, producto de la euforia mezclada con alcohol.

Sentado delante del ordenador reflexiono, cuantas noches eramos nosotros los artífices de esta locura, cuantas noches de diversión y desenfreno. Fusión de sentimientos, fruto de esos momentos que han quedado gravado con alcohol, en el rincón más profundo de nuestra memoria.
Hoy en la distancia que da el tiempo, pienso: gracias por haber compartido tantos y tantos preciosos momentos. Gracias por haber cruzado esa puerta y entregaros en cuerpo y algunos en alma. Gracias por darnos todo el apoyo que el ego, necesita en determinados momentos. Gracias por enseñarnos a compartir.